Publicamos un interesante articulo sobre la compresion de la ciudad entendida como un sistema a partir de las propiedades de un sistema:
LA CIUDAD COMO SISTEMA
En este capítulo analizaremos la ciudad como un sistema complejo y autoorganizado, en la que la interacción entre seres humanos, mensajes, artefactos y recursos generan una diversidad muy elevada pero a la vez un impacto también muy potente sobre los ecosistemas naturales y donde se reproducen desigualdades sociales que muchas veces ponen en peligro la convivencia entre los habitantes de las mismas.
2.1. La ciudad como un sistema informacional y complejo
La ciudad desde una perspectiva sistémica puede concebirse como una especie de ecosistema social donde existe una acumulación de seres humanos y interacciones entre individuos, a través de las cuales se deriva un orden emergente y existe un intercambio de información entre ellos.
Una ciudad, analizada desde un punto de vista informacional, puede ser caracterizada como un conjunto de personas o una población asociada por variados y completos procesos de comunicación; es decir, por una información repartida continuamente y, por lo tanto, capaz de adecuarse y ayudar a la población a adaptarse a una situación siempre cambiante, pudiendo responder a los requerimientos de una variación . Una ciudad presentará las características de un foco abastecedor de diversos mensajes, enviados continua y simultáneamente, que preferentemente contengan alta información .
Una ciudad poseerá también la cualidad de ser un sistema abierto a la introducción o gestación de variedad . La introducción de nueva variedad puede provenir desde la misma población de la cual la colección variedad es fuente o desde otra exterior. En el primer caso tendremos la autogeneración de variedad, situación que se verá favorecida si la población es mas extensa y si los procesos actuantes sobre la población contienen mayor información; es decir que la población se abre a la variedad proveniente de su seno, procurando que ello se produzca mediante el fomento de la aparición y formación de nuevas fuentes, lo cual además permite alimentar el universo con dicha variedad.
La relación que conforma a la población de una ciudad, al menos en primera instancia, es un proceso de transmisión de información; por lo tanto dicha relación es interna a la población. La caracterización de una ciudad estaría dada, por una población suficientemente grande, con una memoria activa propia, capaz de permanecer vigente en procesos que contengan mensajes de alto valor de información . Al ser mayor el número de elementos que definen a la ciudad como una fuente de información, los mensajes que en ella se producen tendrán un contenido de información mayor.
La ciudad tiene fines manifiestos; hay razones para que exista que generalmente sus habitantes reconocen: buscan la protección de la ciudad amurallada (ver Capítulo 3) o el libre intercambio de productos. Sin embargo, la ciudad también tiene fines latentes: funciona como dispositivo de almacenamiento y recuperación de información. Las ciudades reúnen las mentes y les asignan un lugar coherente. La reunión de gremios profesionales en los mismos espacios generó en su tiempo una fisonomía propia de la ciudad, y muchas calles de muchas ciudades conservan los nombres de dichos gremios, incluso algunas después de miles de años mantienen algunos comercios en los mismos lugares que hace miles de años (vendedores de seda en Florencia). Las ideas y los bienes fluyen dentro de estos conglomerados en una “polinización cruzada” productiva, asegurando que las buenas ideas no mueran en el aislamiento rural .
La ciudad como sistema estructurado cumple las condiciones que Morin define (ver Capítulo I) para caracterizar un sistema complejo:
• Organización de la variedad: La ciudad es un cúmulo de variedad, de individuos, de funciones, de estructuras,...
• Autoregulación: Se mantiene un cierto equilibrio entre el orden y el desorden, entre los grados de libertad de los individuos y los sistemas de coacción social.
• Multiestasis: Los estados de la ciudad son diversos y los niveles también, en función de los espacios que se analicen, sean el espacio productivo, el circulatorio, el de la habitabilidad,...
• Equifinalidad: El mantenimiento de la estructura urbana y sus funciones es el producto del quehacer de los individuos que la conforman y las regulaciones que los relacionan entre si.
• Multifinalidad: Cada individuo tiene sus propios objetivos pero a la vez la suma de éstos genera el metaobjetivo de generar y mantener la estructura urbana.
• Aptitud para el desarrollo o la evolución: las ciudades crecen y se desarrollan, evolucionan y cambian en el tiempo los elementos que la conforman y el medio urbano asimila los elementos evolutivos que la sociedad genera a través de la ciencia y la tecnología.
Una ciudad es algo así como una máquina de amplificar patrones: sus barrios son un modo de medir y expresar la conducta repetida de colectividades mayores; recogen información de la conducta grupal y comparten esa información con el grupo. Puesto que esos cambios retroalimentan a la comunidad, pequeños cambios de conducta pueden convertirse rápidamente en movimientos mayores . Las ciudades vitales tienen asombrosas habilidades innatas maravillosas para comprender, comunicar, planificar e inventar lo que se requiere para contrarrestar dificultades .
Steven Johnson sostiene que nadie funda una ciudad con la intención explícita de almacenar información con mayor eficiencia o de convertir su organización social en algo más asequible para el limitado ancho de banda de la mente humana. Ese manejo de datos únicamente ocurre más adelante, como una suerte de propiedad resultante de la colectividad, como una propiedad emergente de dicha organización.
fuente.
http://www.eumed.net/ de Josep Antequera